Desde hace 40 años que Fresia Beyzaga se dedica a la agricultura. Siendo niña, le ayudaba a su padre en un campo del Valle de Azapa y a partir del 2000, comenzó a producir frutas y verduras en un invernadero, junto a sus hijos y esposo en Caleta Vitor, una pequeña localidad pesquera ubicada en la Región de Arica y Parinacota.
Ella forma parte del proyecto “Agricultura Sostenible en Acción”, impulsado por AFIPA con el apoyo de CropLife Latin America, una iniciativa que acompaña a pequeños productores en la implementación de buenas prácticas agrícolas, Manejo Integrado de Plagas (MIP), uso responsable de productos fitosanitarios y la aplicación de nuevas tecnologías sostenibles en el agro. Este proyecto también cuenta con la participación de INDAP de la Región de Arica y Parinacota, agencia con la que AFIPA suscribió un convenio de colaboración en julio de este año, en el que se encuentra inserto el huerto demostrativo liderado por Fresia y, que se espera, sirva de guía para que otros agricultores y agriculturas de la zona implementen tecnologías sustentables.


“Me siento orgullosa de mi producto”
Este 2025 y tras 15 años sin plantar tomates, Fresia volvió a hacerlo motivada por el legado familiar dedicado a la producción de este fruto: “Con Jorge (su esposo) teníamos la ilusión, porque él es tomatero y mi papá era el mejor productor de tomates de Azapa”. En este sentido, valoró los conocimientos proporcionados en el proyecto, destacando que “hoy puedo decir con seguridad: Revise los tomates, porque ninguno viene con gusanos. Me siento orgullosa de mi producto”.
Agregó que los aprendizajes de esta instancia de capacitación no solo debieran ser entendidos desde el punto de vista del ahorro que se genera, por ejemplo, al utilizar solo las cantidades recomendadas de un determinado producto, sino también, en generar consciencia de lo que su exceso puede ocasionar para la salud. De esta manera, afirmó, es posible producir alimentos inocuos, de manera eficiente, que no impacten negativamente en el medio ambiente ni en las personas, aplicando estos productos solo cuando se requiere.
Principales desafíos de este 2025
Por otra parte, Fresia reveló que uno de los mayores desafíos en los cultivos de este año ha sido el costo de producir, el cual se ve amenazado frente a otras prioridades de vida como, por ejemplo, la educación de sus hijos (en Caleta Vito no hay colegios, por lo que los agricultores de la zona deben enviar a los niños a estudiar a Arica).
Asimismo, señaló que, durante el 2025, una de las plagas que más le ha costado controlar es la del trip -insectos pequeños y alargados que perforan y succionan la savia de las plantas-, debido a que se enfocaron mucho más en la prevención de la polilla y, además, algunos tomates adquirieron demasiado peso, lo que hizo caer el invernadero y acercó los frutos al suelo, que es donde se encuentra el trip.
Una tarea clave: La regeneración de suelos
Respecto a cómo se puede contribuir a que la pequeña agricultura de la zona sea más sustentable, Fresia indicó que se requiere maquinarias y asesorías para realizar un compostaje con los residuos de alimentos que se pierden de los mismos agricultores, de manera que estos brinden material orgánico para regenerar los nutrientes de los suelos.
En este sentido, también reflexionó sobre la importancia de evitar la sobre explotación de la tierra, expresando que “cuando se cuida, abona y deja descansar, la tierra da y es maravillosa”.


Ganadora en la categoría Profesional: Patricia Roca 